Es difícil no pensar en la muerte en esta ciudad.

Aquí se viene a morir,

a liberarse,

a romper la cadena de reencarnaciones,

a fundirse con el Uno.

 

Sí, dicen que si mueres en Varanasi,

te liberas.

 

No más karma,

no más sufrimiento,

no más samsara.

 

Finalmente moksha.

 

En medio del turismo

de la ciudad más sagrada,

en medio de ropas multicolores

y luces sobre el río al amanecer

y baños sagrados,

entre las calles de la ciudad más milenaria del mundo,

la muerte es bienvenida.

 

Se ve la muerte.

Se huele la muerte.

Se la recibe.

 

En la ribera del río,

hospicios para moribundos

que solo esperan el momento.

 

Han venido desde muy lejos,

y esperan.

Han venido a Varanasi a morir,

a liberarse.

 

Y el majestuoso Ganges

les da el último baño a los muertos

-siluetas envueltas en mantos amarillos-,

el tridente de Shiva se levanta

en los crematorios públicos de Manikarnika.

 

Ocho hombres colocan el cuerpo,

lo cubren con leña,

un familiar

–al que han cortado el pelo

y vestido de blanco-

toma el fuego del templo de Shiva,

lo acerca al cuerpo de su padre,

o de su hermana,

o de su hijo,

y este prende.

 

Ni una sola lágrima,

ni un lamento,

ni un abrazo entre los dolientes

que ven a su familiar arder.

 

El olor,

olor a carne quemada,

olor a carne humana quemándose…

 

Ni una sola lágrima,

ni un gesto entre quienes miran,

ni una sola mujer, tampoco,

no pueden estar aquí.

 

Ruido de brasas,

y el olor…

 

Olor a carne quemada…

 

A carne humana quemada.

 

Media docena de cuerpos

arden a la vez en Manikarnika,

y ni una lágrima,

ni un lamento.

 

De espaldas al cuerpo hecho cenizas de su padre,

o de su hermana,

o de su hijo,

un hombre arroja un cántaro sobre su hombro

y este cae sobre las últimas brasas.

 

Se rompe,

y en ese instante,

al romperse,

se acaba todo.

 

No más samsara,

finalmente moksha.

Se ha fundido con el Uno.

 

Y es difícil no pensar:

Y si la muerte,

hoy,

en Varanasi…

 

Y ese olor.

 

Y si la muerte,

hoy,

aquí,

ahora,

en Varanasi.