¿Dónde estás mientras te pienso
y reconstruyo tus ojos?
¿Dónde?
Camino por la casa silenciosa,
y descubro ciertos rincones que exhalan tu olor,
y me detengo y aspiro,
y sonrío…
y te pienso y sé que todo está bien,
que poco a poco estás llegando,
y que yo,
poco a poco,
estoy quedándome en este nosotros.
No quiero saber nada más.
Es suficiente.
Esto es suficiente,
este nosotros sin promesas,
sin antes ni después,
sin aclaraciones ni certidumbres.
No quiero seguirte o que me sigas,
quiero domingos a tu lado cada día,
y si hay lunes,
quiero seguir queriéndote domingos.
Deséame,
pinta con tus labios en mi cuerpo,
que yo escribiré sobre el tuyo.
Muéstrame tu piel
y dibuja dunas sobre la mía.
Y quiéreme siempre,
siempre,
hasta que un día dejes de quererme,
que yo te querré siempre,
siempre…
Deja una respuesta